Maria Casanova Masjoan

Yesterday, 15th October, we said our final goodbyes to esteemed and beloved PhD student, colleague and friend, Maria Casanova Masjoan. We leave here, in its original Spanish form, the message written by director Alonso Hernández Guerra (from12th October) informing all those involved in IOCAG of her tragic passing and in which he talks of her tremendous qualities:

Lamento comunicarles que mi doctoranda y compañera María Casanova Masjoan falleció ayer en un trágico accidente en el mar.

Todos los que hemos tenido la suerte de tratarla, sabemos de su valía personal y de su condición de compañera extraordinaria, de corazón grande, siempre dispuesta a ayudar a todo aquel que se lo pedía.

Desde que se graduó en nuestra Facultad, María se incorporó al grupo de oceanografía física del IOCAG, en el que ha estado trabajando hasta hoy. Ha sido siempre una persona dinámica, positiva, dispuesta y llena de entusiasmo. Todos lo que han colaborado con ella han elogiado su labor, allá donde la investigación la ha ido llevando. Así lo hizo José Luis Pelegrí, director del Instituto de Ciencias del Mar del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, con el que en su día estudió los Anillos de la Corriente de Agulhas y quien nos dijo a los que teníamos la suerte de trabajar con ella que María era un diamante. Lo hizo también Terry Joyce, miembro del Woods Hole Oceangraphic Institution (WHOI), con el que desarrolló un estudio del borde occidental del Giro Subtropical; cuando María finalizó su estancia, recibimos un correo de Terry resaltando sus cualidades; y así lo hizo también Bob Pickard, perteneciente a la misma institución oceanográfica, con el que María analizó las corrientes que rodean Islandia y que conforman el clima de la Tierra; la situación provocada por la COVID hizo que María tuviera que desempeñar buena parte de su colaboración con Bob a través de videoconferencias, en las que se les oía discutir y reír a la vez.

Todas estas colaboraciones constituyen el contenido de su tesis doctoral, en cuyo resumen estaba trabajando para poder depositarla en las próximas semanas.

Aunque su destino natural era solicitar un postdoc en el extranjero, siempre fue reticente a marcharse de Gran Canaria, una tierra que había hecho suya. El destino ha querido que se quede aquí, con nosotros, para siempre.

¡Te llevaremos en el recuerdo!
Hasta siempre, María.

and another tribute to Maria by A.C.D. which appeared in La Provincia newspaper:

María Casanova Masjoan, la joven castellonense de 28 años que falleció el pasado sábado cuando hacía submarinismo en la trasera del muelle Reina Sofía, participaba en varias investigaciones sobre el cambio climático. Estudiante de Ciencias del Mar por la ULPGC, decidió seguir su carrera en la Isla, donde se estaba doctorando en Oceanografía, materia esta última por la que recibió un premio de excelencia en el máster de la citada universidad.

Decir que María Casanova Masjoan estaba enamorada del mar es, probablemente, quedarse corto. Su vida era el mar. Graduada en Ciencias del Mar por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, decidió afincarse en la Isla para crecer como científica y pese a su corta edad, 28 años, esta castellonense ya había publicado varias investigaciones en medios especializados. Apasionada del submarinismo, la investigadora falleció el pasado sábado cuando descubría uno de los pecios del puerto de La Luz.

La conexión de Casanova con Gran Canaria llegó en 2011 cuando decidió estudiar en la Facultad de Ciencias del Mar. Ahí se forjaría otro amor, a una Isla que con los años convirtió en su casa, que no se descansó de descubrir, tanto debajo del agua como por la superficie, con excursiones con sus amigos a lugares como Güigüi, como recogió en sus redes sociales en las que enseñaba las maravillas de la que era ya su tierra.

Nacida hace 28 años, era natural de la localidad castellonense de Benicasim. Su pasión por el mar y por la investigación se veía reflejada en sus estudios. Recibió el Premio Extraordinario en el Máster de Oceanografía de la Universidad de Cádiz, Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y Universidad de Vigo en 2016. Era un paso más en una carrera académica más que afianzada, que ampliaba en la actualidad con el doctorado.

Su formación la llevó más allá de las Islas. Estados Unidos, Reino Unido o Islandia fueron algunas de sus paradas para ampliar sus conocimientos y también llevar adelante sus investigaciones. Pero siempre volvía a la Isla que le acogió para agradecerle con esos conocimientos que llevó a la práctica. Así se convirtió en investigadora del Instituto de Oceanografía y Cambio Global (IOCAG) de la ULPGC y se enroló en alguna de las travesías del buque oceanográfico Ángeles Alvariño, operado por el Instituto Español de Oceanografía.

Entre sus artículos destacan los dos últimos, presentados el pasado mes por la ULPGC y publicados por la revista Journal of Geophysical Research: Oceans, en el que estudió la corriente de Canarias y otras corrientes en Islandia. “Ambos sistemas de corrientes están relacionados con la Circulación Meridional de Retorno del Atlántico Norte, que regula el clima en la Tierra”, indicó la institución académica en una noticia que añadía que en el trabajo relacionado con el norte de Europa Casanova había construido por primera vez “un esquema de la circulación de la Corriente de Canarias a través de las islas orientales y la plataforma africana en otoño y primavera desde la superficie hasta 1400 m de profundidad”. Las variaciones de las corrientes canarias, añadía la ULPGC, “afectan a la Circulación Meridional de Retorno del Atlántico Norte (AMOC, en inglés), que es la encargada de regular el clima en Europa y, por tanto, en Canarias”.

Es el legado que deja María Casanova Masjoan, una joven y prometedora científica de 28 años que dedicó su vida al mar.

Las Canteras y el surf

María Casanova Masjoan había fijado su residencia cerca de la playa de Las Canteras que le permitía practicar dos de sus pasiones a dos pasos de su casa: por un lado el surf y por el otro el submarinismo. Tenía una amplia experiencia en inmersiones y se dedicaba a grabar todo aquello que veía bajo el mar para después compartirlo entre los suyos. El deporte estaba presente en su vida y en los últimos años se dedicaba al crossminton, una actividad que combina bádminton, tenis y squash.